Revestimientos

Los revestimientos para pared son terminaciones decorativas y funcionales que se aplican sobre muros interiores o exteriores. Además de embellecer los ambientes, protegen la superficie, aportan textura, color y estilo, y en muchos casos mejoran el aislamiento térmico y acústico.

Los revestimientos de exterior están diseñados para resistir la intemperie, la radiación solar, la humedad y los cambios de temperatura. Son ideales para fachadas, muros medianeros, galerías y frentes de viviendas o locales comerciales.

Los revestimientos de interior cumplen una función decorativa y, en algunos casos, también funcional (protección, aislación acústica o térmica). Se aplican sobre muros existentes y permiten renovar ambientes sin obra húmeda.

Revestimientos para Exterior

Placas cementicias o símil piedra: de aspecto rústico o moderno, pueden imitar piedra natural, ladrillo o hormigón. Alta durabilidad y bajo mantenimiento.

Revestimientos vinílicos o de PVC rígido: resistentes a la humedad y al sol, fáciles de instalar. Se usan en fachadas ventiladas, paredes semicubiertas y galerías.

Siding de fibrocemento o PVC: tablas horizontales que imitan madera o superficies lisas. Se instalan sobre estructura con cámara de aire.

Revestimientos acrílicos texturados: revestimientos plásticos con textura media o fina. Se aplican con llana sobre revoques tradicionales o bases cementicias. Son aptos para exteriores por su alta resistencia a los rayos UV y a la humedad. Existe una amplia variedad de colores y acabados (piedra París, salpicado, rústico, etc.)

Beneficios (exterior)

  • Alta resistencia a la intemperie
  • Estética natural, rústica o contemporánea
  • Mejora de la aislación térmica y acústica
  • Aplicación rápida, sin mantenimiento posterior

Revestimientos para Interior

Melamínicos: placas de MDF o aglomerado recubiertas en melamina. Gran variedad de diseños y texturas. Se fijan con adhesivos o fijaciones ocultas.

Paneles 3D: placas con relieves decorativos fabricadas en MDF o materiales livianos. Se pueden pintar para personalizar el diseño.

Vinílicos autoadhesivos o encastrables: fáciles de instalar, ideales para baños, cocinas y ambientes húmedos.

Revestimientos de MDF pintado: placas lisas o ranuradas que permiten acabados personalizados con esmaltes o lacas.

Revestimientos acrílico (para interior): también se aplican en interiores para lograr una textura continua y decorativa en muros. Se pueden combinar con pintura o colores personalizados. Pueden aplicarse sobre revoques, placas de yeso o superficies firmes.

Beneficios (interior)

  • Renovación estética sin romper paredes
  • Instalación seca o semiseca según el tipo de revestimiento
  • Posibilidad de jugar con texturas y colores
  • Bajo mantenimiento y alta durabilidad

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